Sé que no es nada sencillo hablar de Liderar en Bienestar cuando eres líder y tienes sobre ti una presión cual buitres negros surcando los cielos y otros tantos arañándote los pies. Y también sé que estamos en un momento de transformación sin igual en las Organizaciones y que la figura del líder también está en transformación. Como no podría ser de otra manera, los nuevos tiempos requieren nuevas habilidades y maneras de pensar, de sentir y de hacer. Lo que se espera de un líder hoy está más cercano a la relación que ejerce con su equipo y cómo le acompaña al desarrollo colaborativo, que sus hazañas individuales que le coronen en el logro de los objetivos de la Organización.

“Bueno, -dirás-, la relación del líder con su equipo siempre ha sido importante”.

Cierto. Es que ahora no es importante… es vital, prioritaria, de suma importancia, determinante para el éxito de la Organización y para el éxito del propio líder, si nos fijamos en la fuga de talento que acarrea el liderazgo pésimo y la dificultad del momento de atraer talento “del bueno”. O si nos fijamos que sin salud mental no hay productividad. O si entendemos que las relaciones que se dan en un equipo son fuente de bienestar o de muy malestar.

Uno de los servicios que llevo a cabo como profesional es el acompañamiento a líderes en la mejora de su liderazgo humano. Ya sea porque la Organización le deriva a un proceso, o porque el/la líder decide trabajarse hacia la mejora en sus competencias o modos de hacer. Y uno de esos acompañamientos que tengo el honor de hacer tiene que ver con el bienestar: ¿cómo integrar el bienestar con el equipo? ¿por dónde comienzo? ¿qué herramientas y actuaciones puedo poner en marcha?

Acompañar al bienestar es, para mí, una labor muy satisfactoria porque implica una transformación de dentro hacia afuera. No existe un Liderazgo en Bienestar si ese líder no trabaja su propio Bienestar. Parece obvio, ¿verdad? Pues pocos lo aplican, aunque afortunadamente, este mensaje de “cuídate para cuidar” que nos tatuaron a fuego lento en la pandemia parece que va calando y tiene su beneficio también en lo que te comparto hoy. Primero tú; luego los demás.

 

Hace unos meses acompañé a un líder en la mejora de su Liderazgo en Bienestar. En aquel momento quería dar un impulso a su manera de liderar e incorporar actuaciones, tanto para el equipo como para la Organización, que tuvieran que ver con un liderazgo más humano, creando espacios de seguridad psicológica con su primer nivel, implantando comportamientos visibles acordes con el bienestar, etc. Y, claro…, inevitablemente hubo en él un trabajo personal en autoliderazgo para acompañar a este noble objetivo. Trabajo personal que ya había iniciado por sí mismo y que reforzó en nuestras sesiones, más el plus de hacerlo extensible a su equipo y Organización.

Recientemente tuvimos una sesión de revisión y le pedí si le podía hacer unas preguntas que hoy comparto contigo.

Por razones obvias no diré su nombre ni su rol en qué Organización, aunque sí diré que V.M es una de esas personas con liderazgo natural que quiere dejar el mejor impacto en su equipo y, al ser posible, en el mundo. A pocos años de su jubilación no piensa en cerrar capítulo, sino en cómo seguir aportando. En esta nueva etapa mejorando su liderazgo hacia el Bienestar. No tiene perfil en redes sociales más que en LinkedIn que, dicho sea de paso, ni lo consulta. Rara vez le he visto felicitándose por alguno de los galardones recibidos.

En mi artículo de hoy me gustaría mucho compartirte parte de nuestra conversación, porque creo que puedes sacar más inspiración de sus palabras que de las mías relativo al autoliderazgo y el impacto real de este trabajo introspectivo sobre tu equipo y tu Organización.

(Cristina): V., es un honor para mí poder tener esta pequeña entrevista y, aún más, la posibilidad de compartirla con mi red. Muchas gracias.

(V.M): El gusto es mío, Cris. Debemos compartir lo que funciona para que se expanda.

(C): Quizás la pregunta más obvia para comenzar sea la de definir qué es autoliderazgo para ti.

(V.M): Me parece sencillo y complejo a la vez definir autoliderazgo. Para mí tiene que ver con la capacidad de dirigir tus propios procesos internos de tal manera que, al final de tus días (o de tu jornada) te sientas en coherencia con quién eres y con cómo te comportas. Es algo así como el conjunto de conocimientos, habilidades y herramientas que actúan como brújula hacia tu propio equilibrio personal.

(C): V., hablas de coherencia…

(V.M): Así es. La coherencia me da paz mental, calma… incluso satisfacción personal. La coherencia me da una dirección. Y cuando no estoy en coherencia de quien soy, con lo que pienso, siento y hago, yo no estoy bien.

Y lo cierto es que en el mundo corporativo estar en coherencia, a veces, no es nada sencillo. Por eso, razón de más para buscar la manera, o el trabajo interno para saber cuándo me he salido de ese camino y ver qué movimiento debo (o puedo) hacer para volver a eso centro. Parece muy zen, pero creo que debería ser una intención real del ser humano: ser coherente. Coherente y amable.

(C) Coherente y amable. Me gustaría volver a la amabilidad después. Sigamos con el Autoliderazgo. ¿En qué medida relacionas tu trabajo en autoliderazgo con el desarrollo de tu inteligencia emocional?

(V.M): Bueno, quizás sean dos maneras diferentes de definir lo mismo, ¿no crees? Aunque de esto sabes tú más que yo. A ver si lo digo bien…

(C): Seguro.

(V.M): El autoliderazgo va de la mano del desarrollo de la inteligencia emocional, al menos en las competencias que tiene que ver con uno mismo. Cuando una persona es capaz de conocerse en profundidad, regular sus emociones, encontrar su equilibrio físico y mental, reflexionar sobre lo que le importa en la vida -sus valores- y actuar de acuerdo con ello, de alguna manera ya está ejerciendo su propio autoliderazgo. ¿No? ¿Cómo lo ves tú?

(C): Exactamente igual.

(V.M): Bueno, claro, jajajaa…

(C): No, no… Lo has definido perfectamente. Cualquier líder que invierta en su inteligencia intrapersonal, en las competencias emocionales de la toma de consciencia, autoconocimiento, regulación emocional y motivación interna, está desarrollando su autoliderazgo… y con ello alcanzar su sabiduría interior. Me gusta mucho llamarlo así porque eso es lo que sucede. Lo he visto muchas veces. De ahí viene el nombre de mi marca.

V., como sabes yo suelo unir Autoliderazgo con Bienestar, no lo concibo separado. Y también creo que el éxito de un líder radica en su propio autoliderazgo. Esto no es nuevo para ti… Pero, dime, ¿cómo y cuándo alguien como tú, con tantas obligaciones y sin tiempo más que para la Organización, comienza en este camino y cuáles han sido tus principales aprendizajes hasta ahora?

(V.M): Por supuesto. Mi viaje hacia el autoliderazgo comenzó hace años, en un momento que conoces en el que me encontraba atrapado en la vorágine del éxito empresarial, pero sentía un vacío profundo en mi interior. Me di cuenta de que no podía liderar efectivamente a otros si no era capaz de liderarme a mí mismo primero. Así que comencé a dedicar tiempo a la reflexión, la meditación y la exploración de mis propios valores y propósito. Esto me llevó a entender que el verdadero éxito no solo se mide en términos de logros profesionales, sino también en términos de bienestar personal y conexión con los demás.

(C): V, ¿cómo integras el Autoliderazgo y el Bienestar en tu enfoque empresarial?

(V.M): Para mí el autoliderazgo y el bienestar son fundamentales en todos los aspectos de mi vida, incluido mi enfoque empresarial. Creo firmemente que un líder que está en sintonía consigo mismo y que prioriza su autocuidado y su bienestar, esencialmente inspira a su equipo a hacer lo mismo. En mi empresa, hemos implementado prácticas que fomentan ese autocuidado, la conexión personal, la colaboración de verdad y la claridad de propósito. Esto incluye desde actuaciones para la mejora de la salud física, hasta pausas para la meditación o políticas de flexibilidad laboral que permiten a nuestros empleados equilibrar su vida personal y profesional de manera más efectiva. Bueno, por citar algunas. Tenemos un amplio programa de Bienestar.

(C): Es muy inspirador escuchar cómo has integrado estas competencias en tu entorno empresarial. ¿Cuáles dirías que son los mayores retos para los líderes que desean priorizar el bienestar en sus organizaciones?

(V.M): Quizás uno de los mayores retos es cambiar la mentalidad arraigada de que el éxito empresarial se logra a expensas del bienestar personal. Muchos líderes aún creen que el sacrificio y la dedicación extrema son el camino hacia el éxito, pero la realidad es que este enfoque a menudo conduce al agotamiento y la insatisfacción. Creo fundamental educar a los líderes y a los equipos sobre la importancia de un enfoque más equilibrado, donde el bienestar personal y el rendimiento empresarial se complementen mutuamente.

(C): Lo cierto es que esto que dices lo apoyan los estudios. Cada vez encontramos más datos que confirman que los altos niveles de estrés e insatisfacción que encontramos en la actualidad son un hándicap para el desempeño y la productividad.

(V.M): Bueno, lo extraño sería pensar lo contrario. ¿Cómo alguien puede dar lo mejor -que es lo que buscamos cualquier directivo del equipo- si la persona no está bien en todas las facetas que conforman su bienestar?

(C): Hablabas antes de amabilidad. Pero, unida al liderazgo puede sonar naive o poco creíble. ¿De verdad de puede ser amable dirigiendo equipos y teniendo una gran responsabilidad?

(V.M): Se puede y se debe. La amabilidad (junto con la coherencia) son dos valores que he aprendido en el seno familiar. Ser amable es algo básico para que cualquier relación humana funcione, ¿no crees?

Pero, además, cuando uno es amable y ve el efecto que esto tiene en los demás, descubre que todos queremos sentirnos bien tratados y que merecemos respeto. Tu rol de líder no te da ningún poder sobre nadie. Lo que te da es la posibilidad de hacer las cosas bien y llegar a más personas. De hecho, no concibo liderazgo sin amabilidad. Bueno, y sin otras muchas cosas…

(C): Si sigo tirando del hilo nos da para dos entrevistas más, V.

Creo que existe la creencia generalizada que para desarrollar el autoliderazgo o invertir en el bienestar individual hay que dedicarle mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo le dedicas a tu autoliderazgo?

(V.M): Bueno, es verdad que al inicio hay una parte de indagación personal, de búsqueda y de aprendizaje que lleva un tiempo y que mejor si se hace acompañado para no perderse demasiado. Hasta que uno se encuentra.

Cuidarme ahora es parte de mi vida, de mis hábitos, de mi rutina. Me cuido en lo físico, en lo mental y en mis relaciones. Te diría que no es que le dedique un tiempo determinado, sino que es mi objetivo…, mi cultura (por darle una nomenclatura empresarial). Y de esa cultura y de mis objetivos emana todo lo demás. No me lleva más tiempo que desatenderme.

(C): ¿Te parece si vamos concluyendo? ¿Te animas a dar algunas recomendaciones?

(V.M): Primero animaría a cualquier líder a comprometerse personalmente con su propio bienestar y autoliderazgo. Implica conocerse en profundidad y sin miedo. Y, también, adoptar prácticas como la meditación y el ejercicio regular, establecer límites saludables con el trabajo y buscar apoyo cuando sea necesario. Qué importante buscar apoyo.

En segundo lugar, es importante fomentar una cultura organizacional que valore el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así como la conexión humana de calidad. Y esto es más sencillo cuando el propio líder ya lo practica en sí mismo o está es su listado de valores personales.

Y, por último, pero no menos importante, animaría a los líderes a ser modelos a seguir en cuanto al bienestar y el autoliderazgo, demostrando con su ejemplo que es posible alcanzar el éxito empresarial sin sacrificar el bienestar personal. Lo queramos o no, el líder siempre está en el punto de mira y tenemos la responsabilidad de inspirar. Pero no de cualquier forma: me refiero a inspirar en positivo. El liderazgo en bienestar no solo es una estrategia empresarial inteligente, sino también un camino hacia una vida más plena y satisfactoria.

(C): Muchas gracias por este rato, V. Como siempre, muy interesante. Me siento muy afortunada de ver experiencias como la tuya. Enhorabuena por ese trabajo en tu autoliderazgo.

Deseo que muchos líderes que puedan leer este artículo se animen a profundizar en su autoliderazgo.

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