La atención plena

De origen principalmente oriental, mindfulness o “atención plena” es la capacidad de estar atento o consciente a lo que sucede en cada momento a nuestro alrededor. Es la capacidad de auto-observarse y observar lo que acontece y lo que sucede en nosotros de manera objetiva, sin juicio, y utilizar esta información para encontrar soluciones efectivas a nuestra vida, profesional y personal, desde la aceptación.

La práctica continuada de mindfulness conlleva a un estado de conciencia, a una actitud de vida en consciencia plena determinante para la salud mental, emocional y física; según revelan los numerosos estudios científicos que avalan el beneficio de su práctica.

El término mindfulness o atención plena apareció en el panorama occidental de la mano del médico e investigador Jon Kabat-Zinn, fundador y director de la Clínica para Reducción del Estrés y del Centro para la Atención Plena en la Medicina, el Cuidado de la Salud y la Sociedad en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts; quien hacia los años 70 aplicó sus conocimientos y prácticas en técnicas orientales en el tratamiento del dolor crónico.

Hoy sabemos gracias a las aportaciones de la Neurociencia, que cultivar mindfulness es una habilidad muy poderosa ya que permite parar el ritmo diario de prisa y “ruido mental”. Observar de manera objetiva el aquí y ahora en una situación determinada, para encontrar respuestas.

Mindfulness como capacidad o estado mental se puede desarrollar con el entrenamiento de diferentes técnicas –unas u otras según la filosofía de base, pero todas con el mismo fin: yoga, meditación, Taichi, oración, ejercicio, desarrollo de las artes….-; a través de cualquier actividad que nos requiera “estar en el aquí y en el ahora” y nos aísle del ruido mental.

TECNICAS

Una de las técnicas que más popularidad está adquiriendo para el desarrollo de esta capacidad en Occidente es la meditación mindfulness o en atención plena, proveniente de Oriente -concretamente del Budismo-, y que está teniendo un uso cada vez más extendido, sobre todo en el mundo de la empresa. Tal y como hemos podido constatar en artículos de los principales periódicos y estudios de casos de éxito de aplicación de programas para la atención plena. Se han probado en las “grandes” de Silicon Valley, en los que se han utilizado diferentes técnicas.

Mindfulness también está teniendo una fuerte entrada en el ámbito educativo. Es, gracias al impacto positivo que produce su práctica, tanto en docentes, como en el alumnado.

FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA

Las evidencias que aportan los estudios científicos sobre los beneficios de la práctica de meditación mindfulness son más que reveladores. Han sido el punto de partida y la puesta en marcha de numerosos programas de mindfulness en los se ha combinado meditación con otras técnicas para la atención plena.

Uno de los estudios más reveladores fue aquel llevado a cabo por el científico Richard Davidson. Lo realizó en colaboración con el famoso monje budista Matthieu Ricard, (científico francés que se convirtió en monje y que fue catalogado como “el hombre más feliz del mundo).

Este científico neuropsicólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison, demostró que la práctica diaria de 30 minutos de meditación durante un mínimo de 8 semanas era suficiente como para notar cambios específicos en el cerebro .

En nuestra web podrás encontrar una amplia relación de estudios científicos acerca de mindfulness y su efecto.

 

Según los estudios que hemos consultados, estos son sólo algunos de los efectos beneficiosos de la práctica de la meditación centrada en la atención:

A nivel físico

  • Aumento del flujo sanguíneo en el cerebro, aumentando cantidad de materia gris en determinadas zonas
  • Disminución presión arterial
  • Fortalecimiento del sistema inmunitario
  • Favorece la capacidad respiratoria
  • Proporciona salud a las células y vitalidad corporal

A nivel mental

  • Reducción de los niveles de ansiedad y estrés
  • Disminución de recaída en episodios de depresión
  • Aumento de la capacidad de atención, lo que implica mejor productividad
    • Generación de Ondas Theta en el cerebro. Desarrolla la creatividad y la resolución de conflictos. Sincroniza ambos hemisferios, genera endorfinas, refuerza el sistema inmunitario, mejora la capacidad de aprender y memorizar
  • Aumento de la capacidad de concentración
  • Proporciona claridad mental

A nivel emocional

  • Desarrollo de emociones positivas y estabilidad emocional en momento de cambio
  • Incremento de la capacidad de gestión emocional
  • Aumento de la armonía y calma interiores (felicidad emocional)
  • Disminuye los autojuicios y los juicios a otros
  • Aumento de la capacidad empática

Practicar mindfulness no sólo genera beneficios como los anteriormente descritos en las personas. También en las organizaciones, entidades y grupos en las que las personas trabajan y se relacionan.

Algunos recursos para practicar meditación.