Querid@ colega… parece que ya entramos en la operatividad del nuevo año. En los pocos días que llevamos de reuniones ya he visto más de un suspiro y alguna mirada a la “empinada cuesta de enero” con cierta duda. Y hablo de «cuesta de enero», no tanto por lo económico -que también-, sino por la dificultad de este momento a nivel mental.

Lo cierto es que el comienzo del año es un momento más que propicio para elegir una buena actitud ante los desafíos y las oportunidades que nos tocará vivir durante este año.

En este artículo veremos cómo poner en práctica la inteligencia emocional en el inicio del año te puede servir de palanca del cambio y favorecer tu Bienestar. Deseo que lo disfrutes… y si te inspira, ¡comparte!

El reto de volver a ponerse en marcha

Volver a la rutina tras el parón no es sencillo. Y aún menos si despediste el año con estrés en el trabajo o si, en los días de descanso, has hecho de todo menos descansar.

Volver a madrugar, atascos, objetivos nuevos… y un contexto laboral BANI (Frágil, Ansioso, No lineal e Incierto) que sigue ejerciendo su presión. Así que es normal que estos primeros días de enero tengas una mezcla de ganas, desmotivación, tensión emocional, falta de concentración, … como parte de tu estado mental.

Y no es que la Inteligencia Emocional sea la panacea, pero sí puede convertirse en tu aliada para gestionar esas emociones y hacer frente a la cuesta de enero con una actitud positiva y resiliente.

Primer paso: da espacio y reconoce tus emociones

Seguro que has escuchado alguna vez que el primer paso para superar una dificultad es aceptar que existe. Pues es el primer paso para superar con maestría este momento del año es ser consciente de tus emociones ante ello. Puede que te sientas abrumado, estresado o incluso un poco desmotivado al volver al trabajo. No ignores estas emociones ya que te hablan de cómo te siente y, seguramente tengan un impacto en tu cuerpo. Quizás te cuesta más conciliar el sueño o has experimentado algún dolor muscular o en el estómago.

 

Reconocer tu estado mental, darte cuenta de que tus emociones te hablan y aceptar ese estado mental como una respuesta normal del cambio a la rutina te va a ayudar a poder gestionar de manera efectiva.

En palabras de Daniel Goleman: “La conciencia no solo es la clave para la Inteligencia Emocional, sino también el primer paso para crear un cambio positivo».

Por tanto, permítete sentir, y comprende que es normal experimentar ciertas resistencias al volver a la rutina del trabajo.

Gestiona tu malestar o el estrés de la vuelta con acciones concretas

La Inteligencia Emocional te proporciona conocimiento sobre tus procesos internos y también herramientas para gestionar ese estrés (o el desequilibrio) de manera efectiva.

Cualquier actuación saludable que realices a nivel físico, mental-emocional y relacional va a tener impacto directo también en tu trabajo y en cómo acometes los retos del inicio del año.

Por ejemplo, la práctica de deporte y desconexión, la mejora en tu alimentación y el descanso, la práctica de regular de mindfulness o la meditación, o tener tiempos de calidad con personas que te inspiren… son ideas que van a fortalecer tu bienestar personal y profesional.

Así que, planifícate un enero de actuaciones saludables e invierte tiempo en sentirte bien. Desecha de tu discurso el “no tengo tiempo”.

 

Márcate objetivos y metas realistas.

El inicio del año a menudo favorece el planteamiento de grandes metas y expectativas, … y eso es maravilloso porque es un factor motivador. Además,  marcarse metas puede ayudarte a ver la cuesta de enero como un reto al que encaminarte. Ahora bien, es crucial mantener realismo porque, de lo contrario, puede llevarte a sentirte aún más presionado y a caer en un desequilibrio emocional. Divide tus objetivos en tareas más pequeñas y celebra los logros, por pequeños que sean.

Por ejemplo: ¿qué objetivo te marcarías para la mejora de tu salud? ¿Y para la mejora de las relaciones en el lugar de trabajo?

¿Qué metas te gustaría plantearte para la mejora de tu Bienestar? ¿Y para favorecer tu desconexión digital en tiempos de descanso?

Recuerda que el éxito del logro de tus objetivos y metas va a estar en el mantenimiento de estos, y en crear hábitos.

Practica la empatía y conecta más con tus colegas

Es muy probable que la vuelta al ritmo normal de trabajo tras el parón navideño sea compleja para muchos, y para cada uno de una manera diferente. Todos regresamos al trabajo con experiencias y situaciones personales distintas, lo que influye en nuestras emociones y actitudes. Además, el rol que ocupa cada uno en la compañía o en el equipo determina cuál es el factor estresante y desencadena unas emociones u otras.

Por tanto, comprender las emociones de tus colegas y superiores también es fundamental durante este período. Permite que esas emociones se expresen. Saber escuchar y acoger las emociones de los demás sin juicio contribuye a crear un ambiente laboral más comprensivo y colaborativo.

Pon humor en tu trabajo (y en tu vida)

En algunas de mis formaciones en Inteligencia Emocional hablo del humor como una de las estrategias más efectivas de las personas emocionalmente inteligentes. Ser capaz de observar una realidad, incluso difícil, y poder darle un toque de humor es una habilidad que a mí me ha salvado de muchas. Cuando incluimos el humor en nuestra vida – ¡muchas personas tienen la suerte de llevarlo de serie! – somos capaces de suavizar situaciones tensas y relativizar. Y eso, también es inteligencia emocional.

Tener humor implica, no solo tener una mente ágil, sino ver cientos de posibilidades y alternativas ante la misma cosa.

 

A lo largo de esta cuestecita de enero emocional habrá muchas cosas que no te salgan bien, habrá momentos en los que los demás no respondan como tú quieras, que los objetivos no salgan… ¿Y si le pones un poco de humor? Relativiza un poco.

Amigo, amiga… nos toca enfrentar la cuesta de enero y la vuelta al ritmo, pero si lo hacemos con Inteligencia Emocional seguro que te será más llevadero.

Recuerda que poner en práctica tu Inteligencia Emocional implica reconocer y gestionar tus emociones, establecerte metas realistas, practicar la empatía y ponerle a estos momentos un poco de humor. Al aplicar estos principios, puedes transformar la transición post-Navidad en una oportunidad para crecer personal y profesionalmente.

Además, al cultivar tu Inteligencia Emocional, no solo te beneficias tú, sino que también contribuyes positivamente al entorno laboral que te rodea. ¡Afrontemos juntos la cuesta de enero con sabiduría emocional y determinación!

 

Cristina Jardón es Experta en Inteligencia Emocional aplicada a las Organizaciones y Bienestar Corporativo. Dirige el programa Certificación en Bienestar Organizacional 360 de Sagardoy Business & Law School. Puedes conocer más sobre su trabajo en www.cristinajardon.com